La Puta Intencionada
Decir que María Magdalena fue una prostituta, es como decir que Jesús fue gigoló y los apóstoles un club gay. Es un completo disparate basado en una mala -pero quizá provocada- interpretación. Y lo es porque ningún dato precisa lo anterior; se trata más bien de un interés "eclesiástico oscuro" para dañar la imagen de la que podría ser una verdadera Virgen -sin decir que María-madre no lo fuera-, sólo que ésta (María Magdalena) fue la más fiel seguidora de Jesús.
Todo esto se debe a una confusión con dudosa intención pero con clara procedencia. Me explico: La iglesia cristiana durante la edad media es influenciada por el Imperio Romano (por designarla como religión oficial del Imperio, es decir, IMPUESTA), y ella por supuesto se dejaría influir -dinero, poder, ambición son las razones-. Entonces sucede que para los aún no creyentes, el cristianismo se convierte en un impuesto impuesto por el Imperio. En este momento, La iglesia cristiana vendería una imagen falsa de Jesús y María-Madre -lo digo por sus físicos- , pero por sobretodo, una imagen falsa de una que ahora es santa pero debería ser virgen: María de Magdala. Es sencillo, a la iglesia le quedaba peor vender tres ideas que dos.
Sucede entonces que hacía el siglo IV y V aproximadamente, la imagen de María Magdalena empieza a degradarse con otras dos Marías que aparecen en Lucas 7, 36-50 y en Juan 12, 1-8. La primera la de una "pecadora" -esta sí quizá una prostituta, no porque pecadora signifique explícitamente eso, sino por el carácter despectivo como es denominada-; la segunda, la María hermana de Lázaro. ¿Pero entonces cómo es que sucede tal confusión si parece haber claridad entre cada una? La confusión se da porque tanto la pecadora como la hermana de Lázaro le lavan los pies a Jesús con perfume, y a esto lo relacionaron con el hecho de que María Magdalena tenía siete demonios de los cuales fue liberada. Es decir, la relación perfecta estaba dada para interpretar a propósito que las tres eran una, que la una era María Magdalena: "la prostituta".
Si analizamos lo anterior podemos ver que es un argumento deductivamente inválido. Pues el hecho de que la "pecadora" y la hermana de Lázaro se llamen igual, y que además laven los pies de la misma manera, puede llegar a ser pura casualidad, o en su defecto errores en los evangelios de Lucas y Juan. Sí a esto le sumamos que es ilógico pensar que los siete demonios sacados de María Magdalena (como dice en Lucas 8, 1-3) son precisamente los demonios de la prostitución. Por tanto, queda claro que la lectura y María Magdalena fueron víctima de "sobre-interpretación" (Como le llamaría Umberto Eco a lo que se interpreta de una manera exagerada e inconsistente). Sin embargo, también hay que apuntar que la iglesia fue la culpable, que lo hizo intencionalmente viendo lo difícil que era difundir dos Vírgenes para un Cristo (no porque María Magdalena sea madre de Jesús, sino entendiendo "Virgen" como un estilo de vida propio de amor constante y con dedicación al 100% para el hijo de Dios); y sí, por el contrario, era más fácil pintar una mala arrepentida y sometida que fue salvada y rescatada del pecado. ¿Para qué? Eso era lo que la iglesia quería: no importa cuán pecador fuera una persona, vengan, sométanse a nosotros y tendrán salvación... si una "puta" pudo, ¿por qué ustedes no?
Como queda claro, María Magdalena no era una prostituta como muchos creen. A modo personal creo que fue una seguidora de Cristo, mucho más de lo que fue Pedro o los demás apóstoles; y esa es otra cuestión por lo que la iglesia en su "machismo" no permitiría que una mujer fuera el primer 'papa' y no Pedro -que tal hoy en día ´mama´ y basílica de ´María Magdalena'- ; una crueldad total para con los "hombrecitos" de la época y algunos de la actualidad. Digamos que ella representa el papel de la mujer más importante en la historia, porque además de quedarse en la crucifixión de Jesús como sólo Juan -de los apóstoles- lo hizo (Marcos 15:40,41), también fue la que después de los sucesos del Gólgota participó en el entierro. Fue la que al darse cuenta que el cuerpo de Jesús no estaba en el sepulcro buscó a Pedro para darle la noticia, y como si fuera poco, regresó a la tumba y vio a Jesús, convirtiéndose así en la primera persona en ver y escuchar al Jesús resucitado.
Para quienes se pregunten por qué empecé el escrito diciendo que ver a María Magdalena como una prostituta, es pensar que Jesús es un gigoló y que los apóstoles hacen parte de un club gay; es simplemente, para que los detractores de esta mujer -que además son creyentes- se den cuenta que juicios desatinados producen un verdadero desagrado. Lo que hice fue tratar de sentar cabeza sobre la grave interpretación que se dio durante siglos, ya que si seguimos esos parámetros falsos -como los argumentos deductivos inválidos previamente dados- podemos entonces, según eso, afirmar que Jesús era un gigoló pues andaba con mujeres en su paso (Susana, Juana, María Magdalena, entre otras); como también, podremos decir que los apóstoles eran parte de un club gay por ser doce hombres los que andaban juntos con frecuencia. Obviamente escribir esto me causa pena, y me hace sentir un poco estúpido. Pero sin duda es necesario para demostrar la estúpidez de mostrar a María la de Magdala como una prostituta.
Por otra parte, creo que el tema me abre un pequeño espacio para relacionar un poco del pensamiento ortodoxo que se ha manejado por siglos en esta iglesia mal intencionada e interesada, con una labor que hace parte de una realidad, y que no sólo debe ser vista con deslustre sino que puede ser tan positiva como necesaria. Me refiero a la prostitución.
La prostitución es bien catalogada como la profesión más antigua del mundo, y es una realidad antes aún de los tiempos de Heródoto[1]: "toda mujer Babilonia, debía mantener relaciones sexuales con un extraño por lo menos una vez en su vida, (...) en el templo de afrodita, (...). Este desconocido pagaba a la mujer con una moneda, que se convertía en sagrada". Sin embargo, es claro que todavía la labor vive afligida en un mundo -a excepciones de algunas comunidades- que rechaza esta práctica de poner precio al cuerpo, y así, quien esté dispuesto a pagar obtenga complacencia sexual. ¿Por qué el rechazo? Porque visto desde la sociedad, la prostitución es algo así como no darle valor al cuerpo, mal ejemplo, falta de pureza y dignidad, sexo sin placer, sin amor y sólo por dinero, en fin... En verdad muy poco me interesan conceptos errados; más bien pretendo decir que la prostitución es un trabajo tan digno como ser cura. ¿Por qué? Porque si partimos por los trabajadores, ambos tienen los mismos derechos y vienen siendo iguales como personas. Si nos referimos entonces a que las prostitutas no se dan valor; no es cierto, precisamente, por ser tan valiosas es que son tan deseadas. Si se piensa luego que son un mal ejemplo; es falso, pues muchas de ellas representan todo un caso de superación. Si se dice que les hace falta pureza; es mentira, porque la pureza no está encarnada en la ambigüedad superficial, sino en el espíritu, y teniendo presente que es un trabajo físico, no tiene por ende ninguna influencia espiritual. Sí es entonces criticado por tener valor monetario y no por amor; diría entonces, que todo trabajo se hace con cierto interés valorizado... y en cuanto el amor, pienso que es un tema muy abstracto que resolveré con lo siguiente: en las series de televisión de hoy en día los actores establecen relaciones ficticias que los lleva a expresar caricias, besos y demás gestos propios de relaciones con amor; pero es obvio que no son por amor sino de carácter profesional -un trabajo remunerado-. Ante este panorama, ¿no es lo mismo la prostitución? ¿Por qué los actores no se desprecian como a las prostitutas?
Como vieron traté de desmentir, corto y concisamente, creencias que a mi parecer no justifican el destino oscuro que tienen los/las dedicadas al oficio más antiguo del mundo; y también vieron que no fueron argumentos muy profundos, dado que nada de lo dicho anteriormente tiene el peso como lo tendrá la siguiente defensa a la prostitución: ésta labor es el amortiguador más necesario de la sociedad -por eso es la más antigua-. Es una especie de coyuntura que sirve para descargar todas las tensiones en un lugar, donde el hombre infelizmente apasionado puede por fin descargar todas sus frustraciones. Es necesaria, porque al relajar estas duras tensiones a las que está sometida la persona, se reducen deseos insatisfechos que bien pueden llevar a aumentar las violaciones -como se ha visto en investigaciones-. Además su ambiente es el propicio para la unión de personas que en otros contextos puede ser muy difícil; en donde el encargado del aseo disfruta conjunto al gran empresario; en donde la prostituta estrato uno comparte escenario con la estrato seis -que obviamente no está por necesidad, pero está-; en donde el jefe bebe con sus empleados el día del trabajador; en donde un desconocido disfruta con otros en su despedida de soltero; son más los casos.
Para concluir, sobre la prostitución debo decir: que la prostituta es una trabajadora que al igual que el doctor se gana la vida con lo que mejor sabe hacer, o en su defecto lo que le toca. Que la prostituta es tan profesional como la estrella de telenovela que se besa adiestra y siniestra con los demás. Que la prostituta, no relacionando su espíritu en la relación, es tan pura como la que después del matrimonio "hace el amor" con su marido... al fin al cabo, la prostituta seguramente también "hará el amor" alguna vez con alguien, y esa vez es la que contará con su espíritu. Que la prostituta es la creadora de un universo de relajación que centra toda atracción en un cuerpo que es entregado sin violencia, para que aquel ser frustrado pueda saciar sus deseos insatisfechos, y así, se evite -en cierta medida- la violencia a causa de los placeres reprimidos.
Retomando entonces a María Magdalena... aún si hubiese sido prostituta hubiese sido digna de nuestra aceptación. Y para quienes le sonó que mi analogía con Jesús gigoló y apóstoles gays va en contravía con mi argumentación a favor de las prostitutas, se han equivocado, pues el problema no fue decir que María Magdalena fuera prostituta por ser prostituta -porque al igual ser gigoló no es malo, y el homosexualismo tampoco por ser una condición biológica- , sino por hacer acusaciones bajo deducciones falsas sin ningún tipo de justificación. Así si hubiesen dicho que María Magdalena era vendedora de perfumes, sería tan absurdo como su afiliación con la prostitución... lo que pasa es que ellos (la iglesia católica-cristiana) no necesitaban buenas fragancias, sino el sometimiento de los pecadores, y lo mejor era una "puta" intencionada.
No TrackBacks
TrackBack URL: http://rezandero.zonalibre.org/cgi-bin/mt-tb.cgi/22593
Leave a comment